
¿Por qué el cerebro TDAH elige lo menos urgente?
¿Por qué nos atrae lo menos urgente?
¿Te ha pasado que, en medio del caos diario, terminas haciendo lo menos urgente? El cerebro con TDAH tiene sus propias razones para esto. Vamos a explorar cómo el Déficit Atencional influye en nuestra gestión del tiempo y cómo podemos mejorar nuestra organización diaria.
La atracción de la procrastividad
En el mundo del TDAH, la procrastividad es como ese amigo que siempre te invita a salir cuando deberías estar estudiando. Es el arte de hacer tareas menos urgentes para evitar las más importantes. Aunque pueda parecer que estamos siendo productivos, en realidad estamos cayendo en una trampa de evitación. Para quienes vivimos con Déficit Atencional, esta práctica es especialmente seductora porque ofrece una gratificación inmediata, algo que las tareas más significativas a menudo no proporcionan.
El papel de la memoria de trabajo
La memoria de trabajo es como el RAM de nuestro cerebro, y en el caso del TDAH, a veces se siente como si estuviéramos operando con una computadora de los años 90. Nos cuesta conectar rápidamente los pasos necesarios para completar tareas complejas. Por eso, las tareas más simples y menos importantes se vuelven más atractivas, ya que requieren menos esfuerzo cognitivo y ofrecen recompensas más rápidas.
La conexión con la dopamina
La dopamina es el neurotransmisor de la felicidad y la motivación. En el cerebro con TDAH, a menudo hay una liberación insuficiente de dopamina en las redes de funciones ejecutivas, lo que dificulta el inicio y el mantenimiento del enfoque en tareas importantes. Esta falta de dopamina puede llevar a una inconsistencia en la priorización y finalización de tareas. Es como intentar encender un auto sin gasolina.
Superando la distracción y las dificultades en la toma de decisiones
La distracción y las dificultades para tomar decisiones son desafíos comunes para quienes tenemos TDAH. Estos obstáculos pueden hacer que la priorización sea una tarea desalentadora. Reconocer estos desafíos es el primer paso para desarrollar estrategias que nos ayuden a superarlos. Técnicas como dividir las tareas en pasos más pequeños, usar ayudas visuales y establecer plazos claros pueden ser de gran ayuda.
Estrategias para una mejor gestión de tareas
La procrastividad es un hábito de gestión del tiempo que se derrota a sí mismo, pero se puede abordar con las estrategias adecuadas. Enseñar a las personas con TDAH a priorizar tareas de manera efectiva es crucial. Esto puede implicar la creación de rutinas estructuradas, el uso de herramientas como planificadores o aplicaciones, y buscar apoyo de coaches o terapeutas especializados en Trastorno por Déficit de Atención.
- Dividir tareas complejas en pasos más pequeños para hacerlas más manejables.
- Utilizar herramientas visuales como calendarios o listas de tareas.
- Establecer plazos claros para cada tarea.
- Buscar apoyo profesional si es necesario, como coaches o terapeutas.
- Crear rutinas diarias que ayuden a estructurar el día.
Con estas estrategias, podemos transformar la procrastividad en productividad y lograr una vida más equilibrada y satisfactoria.
Así que, si alguna vez te has sentido como un malabarista tratando de mantener todas las pelotas en el aire, no estás solo. El cerebro con TDAH tiene su propio ritmo y estilo, y eso está bien. La clave está en encontrar las herramientas y estrategias que te funcionen a ti. Recuerda, dividir las tareas en pasos más pequeños puede ser tu mejor aliado, y no subestimes el poder de un buen calendario o una lista de tareas bien organizada. Y si alguna vez sientes que necesitas un poco más de ayuda, buscar apoyo profesional es una opción totalmente válida. Al final del día, lo importante es que encuentres un equilibrio que te permita vivir de manera más plena y satisfactoria. Así que adelante, transforma esa procrastividad en productividad y disfruta del viaje!
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